ALBERTO UNDIANO MALLENCO, EL HOMBRE TRANQUILO
Hoy el protagonista es un árbitro internacional que
se retira del arbitraje, normalmente no son los protagonistas y dice la sabiduría popular que cuando lo
son, malo.
La trayectoria de Alberto ha sido impecable ha tenido sus errores -¿Y quién no? – y sus grandes aciertos.
Las veces que he tratado con él me ha parecido una
persona cercana, humilde y con la cabeza muy bien amueblada.
Hombre sensato, transmitía serenidad sobre el campo, a los jugadores cuando
fallan se les perdona casi todo, a los árbitros más bien todo lo contrario, son
el blanco de las iras del público que en muchas ocasiones deja de ser el respetable y se convierte en una masa
vociferante cuyo objetivo es el trencilla, diciéndoles verdaderas burradas, qué
vergüenza les tendría que dar.
Alberto Undiano Mallenco es un hombre tranquilo, con una dilatada
carrera internacional, árbitro en el Mundial de Sudáfrica en el que España
se proclamó
campeona del mundo.
En ningún momento se le ha visto perder la
compostura, ni decir una palabra más alta que otra, un gran profesional, un árbitro de gran categoría.
Ha llegado a la edad reglamentaria – cuarenta y
cinco años- en la cual los árbitros se retiran. Undiano Mallenco, un árbitro al cual echaremos de menos por su gran
calidad humana y profesional.
Alberto López Escuer
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